Las calabazas de la abuela Carmen
Tanto visitante inesperado desbordaba por completo a la abuela Carmen, acostumbrada a la rutinaria vida de un pueblo de no mas de 200 almas.
Esta octogenaria criaba las calabazas más grandes de la comarca. Razón por la cual vino la televisión regional a realizar un reportaje sobre las mismas.
Mientras el reportero media una de las calabazas se escucho un fuerte crujido, y ésta, se abrió en dos dejando ver una figura de apariencia humana en postura fetal. Abrio los ojos, salió de su refugio, se puso en pie, desplegó sus alas y echó a volar dejando un aroma a palomitas de maiz.
Ana Rosa Tinoco